La vida lo único que te enseña es a ser fuerte, mejor dicho, te obliga a serlo. Aceptar todo como es y aceptar también que las personas buenas pueden lastimarte alguna vez. 

Dependo de la felicidad de los demás, si todos son felices yo también. No puedo ser feliz a costa de la infelicidad ajena. Cuando alguien importante sufre y no puedo hacer nada, no existe algo peor. Todo lo que parecía ser importante deja de tener sentido de un momento a otro.

Seguir adelante por costumbre, en el fondo se que es todo lo que puedo hacer por mi misma y sufro menos que demostrándolo. Entregar todo y que siga doliendo aunque nadie lo note. Dar lo mejor y no pedir nada, destruir y arreglar, así sigo. El dolor cambia y el tiempo no cura. Así y todo, no caer, no dejar caer a los demás. Cuando algo se rompe y las piezas se pierden, ya nada queda igual aunque quisiera, todo cambia.